Una fortaleza nacida de la libertad
Construida entre 1805 y 1820 bajo las órdenes del rey Henri Christophe, la Ciudadela Laferrière fue una respuesta estratégica a la amenaza de un posible regreso de las tropas coloniales francesas tras la independencia de Haití. Situada a 900 metros sobre el nivel del mar, en la cima de una montaña en la región de Milot, la Ciudadela domina majestuosamente los alrededores, ofreciendo vistas panorámicas de los valles y, en un día claro, del Océano Atlántico.
Con sus 130 metros de largo, sus muros de 40 metros de espesor en algunos lugares y su capacidad para albergar hasta 5.000 soldados, esta fortaleza es una verdadera obra de ingeniería para su época.